El Real Madrid ha empatado la eliminatoria de semifinales de Liga Endesa ante el Joventut (1-1) tras sumar su primera victoria en el WiZink Center (90-73). El equipo verdinegro volvió a plantar cara durante casi todo el encuentro, pero se fundió en los minutos finales, engullido por la espectacular actuación de un gran Guerschon Yabusele (28 puntos, 8 rebotes y 37 de valoración) que recibió una ovación de época. Tercer capítulo, el sábado en el Olímpico de Badalona.
Chus Mateo acertó esta vez con la defensa sobre Kyle Guy, un tormento en la apertura de la serie y autor de apenas 5 puntos esta vez, y ahí empezó el triunfo blanco. En ataque, Mario Hezonja (15) y Walter Tavares (11) secundaron a un imparable Yabusele y entre todos conquistaron la batalla por el rebote (40-27). El Madrid acabó ganando sin agobios y ya está a dos victorias de la final.
Yabusele, gris en el primer duelo, prendió la mecha del segundo. El MVP de la Liga Endesa en el mes de mayo protagonizó un arranque de furia con 12 puntos en el primer cuarto. El Madrid apretaba de salida y obligaba a Carles Durán a parar el juego (11-2). Hanga era el elegido para amortiguar de inicio a Guy y cumplía con acierto su función, falta en ataque del americano y al banquillo sin anotar. Los blancos seguían su plan previsto al final del primer cuarto (22-14).
Su buena inercia continuó durante unos minutos más (31-22). Rudy Fernández y Fabien Causeur también se alternaban en el rol defensor sobre Guy, el hombre más temido, y por dentro Poirier, ya recuperado de su lesión, también sujetaba con acierto a Ante Tomic. Los dos hombres clave de los visitantes estaban bien amarrados, pero la Penya reivindicó que es un equipo con mayúsculas. Dotado con más de dos recursos ofensivos.
Lo demostraron Joel Parra y Andres Feliz. El campeón de Europa con la selección, con aspecto de villano de Disney por su ojo morado, enchufaba tres triples demostrando que veía perfectamente, pero el factor X de los verdinegros era Andrés Feliz. El pequeño base dominicano volvía loco a la defensa blanca para anotar 13 puntos en la primera mitad. De su endiablada mano firmó el Joventut un parcial de 2-14 que volteó el asunto y le hizo ganar los vestuarios con ventaja (36-40). Los locales, otra vez tuertos, casi ciegos, desde el triple (2/14).
Gran acelerón final
Calco de guión en el reinicio: Yabusele tocando la corneta y el Madrid a todo trapo con un parcial de 10-2 (46-42). Recuperaba el mando de un partido sin dueño claro, pero el Joventut tampoco se descompuso esta vez y además encontró la golosina por la que llevaba muchos minutos suspirando: el primer triple de Guy. Su compatriota Henry Ellenson, uno de esos hombres altos pero muy peligrosos por fuera, irrumpía en la serie mientras Yabusele seguía en busca de escudero (56-59). Hasta ahí llegó la resistencia del equipo catalán.
Chacho y Rudy le daban otra vuelta a la manivela para cerrar el tercer cuarto y el último arrancaba con el campeón de Europa consciente de que todavía estaba todo por hacer. Guy tiraba un triple que no tocaba ni el aro y la gente se miraba extrañada. ¿Este tipo es el mismo del otro día? El Madrid había elevado el tono en defensa y, por primera vez en la eliminatoria, el Joventut no encontraba caminos hacia el aro.
El parcial acabó creciendo hasta un 15-2 que dejaba el partido encarrilado para los locales (71-61, min.33). El Madrid por fin había encontrado la forma de despegar a un rival muy correoso que, tras llevarse el primer duelo, había aguantado tres cuartos del segundo. Hezonja y Yabusele, quién si no, aumentaron aún más la renta, dieron la puntilla del partido (27-14 en el último parcial) y permitieron un plácido final para regocijo de un WiZink Center que, esta vez sí, acabó aplaudiendo a los suyos y no a un rival.